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mnez

AZB 190

Viaja solitario el hombre de aspecto descuidado, enjuto, cetrino por los besos del sol. Arrastrando su humildad va de puerta en puerta con aire de mendigo vendiendo lo que sabe: enseñar a pensar. Salen de su aposento los ricos mercaderes y con caras adustas le preguntan qué vende. El hombre les responde: “Si alimentas mi cuerpo yo alimento tu alma”. No despierta interés. Las puertas se le cierran; nadie acepta su trueque y sigue su camino más enclenque que ayer. Ingenuo, se pregunta si hay tantos vendedores que abortan la demanda y una sombra enigmática lo aborda de repente y susurra en su oído: ¿Pero tú estás seguro de que existen las almas?. Vende grano, o ajuares, o mentiras, si quieres que en tu mesa haya al menos un pan. Y el hombrecillo frágil, cenceño y descuidado le responde a la sombra: yo sólo sé pensar.

11 comentarios

mnez -

SUSY: ¿Gratis? y eso ¿qué es?
No conozco nada que no tenga un precio.NAAAAADA

ESCRITOR: Pues gracias por su comentario. En cuanto a lo de alejandrinos... a su gusto, amigo, a su gusto.

El escritor en el tejado -

Es la primera vez que me paso por aquí. Me ha gustado este post tanto por el contenido como por la forma. ¿El ritmo en alejandrinos es intencionado o es cosa mía? Un saludo

Susy -

Pensar para hacer trueque, también es cosa de mercadería. Mejor, gratis.

Un beso.

mnez -

Sorrow: Pues nada, a poner una tienda de mentiras aunque te advierto que la competencia es bestial

Sorrow -

Yo sobre todo veo negocio en lo de las mentiras. Nada nuevo, ya lo sé, pero le veo muchas posibilidades: es un producto versátil, atemporal y para todos los públicos. Además las verdades no se venden ni la mitad de bien, con lo cual no hay competencia.

En fin...

Besos.

mnez -

Almena: Si, el pensar es una ejercicio inútil que sólo te crea frustración

Ibris: Bien dices lo que en su día dijo el profesor: "De diez cabezas nueve embisten y una piensa"

Mia: ¿Tú crees?. Yo pienso - ¿he dicho pienso? - que es al contrario. Pensar sirve para darte cuenta de que estás en inferioridad. Consecuencia: Ajo y agua.

Julio: Creo que no. "La salud del cuerpo se fragua en la oficina del estómago". ¿Te suena? Hambre y felicidad me parece que no casan.

Churra: Se nota, se nota que piensas.

churra103 -

Yo tampoco hubiera querido que me enseñara a pensar .

Besos

Julio -

Pero a lo mejor ese hombre disfruta de la vida, independientemente de que los demás no le escuchen o comprendan. Para mí,habrá cumplido su misión.
Un abrazo

mia-moore -

Mal asunto el pensar. Te hace demasiado fuerte. Un peligro.

Ybris -

Triste destino el del que vende la ciencia de enseñar a pensar.
Porque sólo se la comprarían los que ya piensan.
Que no son demasiados.
Algo de eso sabemos los que nos dedicamos al enseñanza.

Un abrazo.

almena -

Quizá no sabe que su mercancía está en franca devaluación...

Saludos!